martes, 9 de junio de 2009

primer comentario

Mi presentación vendrá más tarde. Tenía muchas ganas de escribir sobre esto. Ahora sólo lee.

Bochornoso y lamentable panorama es el que hemos estado viviendo respecto a la última película de Javier Fesser. A parte de la desvergüenza de meterse en la vida privada de una persona, o aun peor, de una familia entera, ha tenido la desfachatez de juzgar las creencias de éstos y se ha permitido el lujo de objetar sobre lo que está bien o mal respecto “al tinglao”- según lo llama Fesser al Opus Dei. Se ha creído con la potestad de hacer lo que ha creído sin conocimiento alguno, dando a entender que su subjetividad bien interpretada da pié a lo objetivo, su verdad. No se ha dignado a escuchar a la familia en sus opiniones, y si lo ha hecho, no lo ha tenido en cuenta puesto que, según él, son palabras teñidas de “ese entramado pseudopolítico” que han recalado en las mentes de la familia como si de un virus se tratara y por ello ya no tienen objeción de conciencia ni posible opinión sobre nada.
Respecto a la película, Fesser ha dicho que "el tratamiento objetivo e inusualmente nítido de su modus operandi" es lo que seguramente desconcierta al Opus Dei, y por eso deben hablar para intentar nublar esa “verdad”. Y realmente lo que pasa es que cuando uno escribe con el desconcierto bajo el brazo y la falsa verdad, luego para excusarse debe pasarle toda la “mierda” al insultado. Menuda forma más ruin de hacer cine, vida y pensamiento.
Tú ahora, Sr. Fesser, me soltarás que eres totalmente libre para analizar y enseñar lo que crees que es cierto, y ante eso permíteme que te diga una cosa, señor director -que por cierto no voy a ver ni siquiera “pirata” tu película. Prefiero el libro.- La libertad de un individuo termina cuando empieza la de otro. De esta manera, tu libertad de decir lo que te de la gana tiene ciertos límites: Puedes hacer la película diciendo siempre, neciamente porque se ve claramente que no tienes ni idea, lo que te de la realísima gana sobre esa chica, Camino, pero citar el nombre de Alexia González-Barros ya te ha hecho cosechar un charco de mentiras que insulta y humilla a la familia directa, los que tienen la potestad de la historia y el dolor y alegría de la misma. ¿Y tú, con toda la cara del mundo te metes en ella y rajas de ella de arriba abajo diciendo que les han tomado el pelo? ¿Pero qué desvergüenza es esa, Sr. Fesser? ¿Cómo tienes las narices de hablar de algo serio como "viscoso entramado pseudoespiritual"? El echo de que yo piense que tu imaginación y percepción de la realidad sea un “mezquino resquicio de falta de objetividad” no me da derecho a darlo a conocer al mundo entero como una verdad absoluta, puesto que nunca dejará de ser mi percepción, subjetiva y personal. Si te da rabia ver a una chica y a su familia sentir el dolor y verlo con amor para tratar de santificar hasta la más sutil penitencia, te recomiendo que cierres los ojos y te pongas a contar ovejitas. Si no comprendes nada de lo que ves, te recomiendo que preguntes antes de juzgar. Lo que has hecho no es opinar, es juzgar, y eso es una falta de honestidad por tu parte por no querer comprender nada de lo que has estado divulgando sin conocimiento alguno. Date cuenta que lo que haces no es hacer flojo al Opus Dei y a la familia, sino que les haces más fuertes porque ante la mentira uno se hace grande.
Termino como he empezado: bochornoso y lamentable. Sería bueno que hicieras una buena cura de humildad y no te miraras el ombligo por un momento. De esta manera podrás ver el mundo, preguntar, informarte y ver que todo lo que has dicho son sandeces que no dicen nada. Tus palabras son puro polvo, que se lo lleva el viento.

1 comentario:

  1. Grande galleta!!
    Totalmente de acuerdo en tu valoración. Te agrego a mi listado de blogs

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