- Es el síntoma el que me resulta curioso: Noto cómo mi corazón, de repente, se sacude con fuerza. Mis manos tiemblan débilmente y me falta el aliento. Pienso y vuelvo a temblar; vuelvo a notar cómo los latidos resuenan, uno detrás de otro, alegremente. Respiro y suena tembloroso. Me siento inquieto y creo que me conquistará el pánico. Cojo aire llenando los pulmones y expiro lentamente. Poco a poco me deshincho y me tranquilizo. La calma vuelve a gobernar y me invade una paz momentánea. Así pues vuelvo al trabajo, al quehacer diario que ocupa parte de mi energía. Me sumerjo en él y vuelvo a la serenidad de tenerlo todo bajo control, pero de repente… recuerdo, pienso, vuelvo a recordar y todos mis síntomas vuelven. Es como si viviera en un bucle incontrolable. ¿Sabes lo que me pasa?
- Sí. Que te estás enamorando.
POR QUÉ LEER ME SALVÓ LA VIDA
Hace 11 años