lunes, 29 de noviembre de 2010

el síntoma

- Es el síntoma el que me resulta curioso: Noto cómo mi corazón, de repente, se sacude con fuerza. Mis manos tiemblan débilmente y me falta el aliento. Pienso y vuelvo a temblar; vuelvo a notar cómo los latidos resuenan, uno detrás de otro, alegremente. Respiro y suena tembloroso. Me siento inquieto y creo que me conquistará el pánico. Cojo aire llenando los pulmones y expiro lentamente. Poco a poco me deshincho y me tranquilizo. La calma vuelve a gobernar y me invade una paz momentánea. Así pues vuelvo al trabajo, al quehacer diario que ocupa parte de mi energía. Me sumerjo en él y vuelvo a la serenidad de tenerlo todo bajo control, pero de repente… recuerdo, pienso, vuelvo a recordar y todos mis síntomas vuelven. Es como si viviera en un bucle incontrolable. ¿Sabes lo que me pasa?

- Sí. Que te estás enamorando.

3 comentarios:

  1. Ante tu post sólo me sale decir una cosa: es bonito cuando "te revolotean mariposas en el estómago". Perdóname la masticadísima expresión, pero acabo de terminar un libro de Isabel Allende.

    Un abrazo,

    A.

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  2. Enamorarse es de perdedores. Donde haya buen sexo esporádico y sin ataduras que se quite el 'revoloteo de mariposas en el estómago' que dice Aarón y que tu describes con más palabras pero igual de cursi.

    Besitos.

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