martes, 25 de enero de 2011

paso a paso

- ¿Dónde me llevas?

- ¿Dónde quieres que te lleve? –preguntó él.

- Donde quiero aún no puedes llevarme.

- ¿Por qué?

- Porque no.

Él titubeó.

- Bien, pues vamos al segundo lugar de la lista de tus sueños.

- Tampoco es posible.

- ¿Por qué no? – Preguntó ligeramente mosqueado. –Entonces, ¿qué hacemos?

Ella suspiró.

- De momento vamos a cenar. Tú eres el chico, así que invitas.

- ¿Y qué ocurre con lo que dejamos pendiente?

- Hay tiempo.

- ¿Cuánto?

- Toda una vida. –Y le cogió la mano mientras caminaban hacia el restaurante.

4 comentarios:

  1. Tú eres el chico, así que invitas.

    Estoy totalmente en desacuerdo con esta frase. Ahora que las mujeres exijen igualdad, démosla, pero con todas sus consecuencias: también las malas, como tener que pagar la cena AL hombre.
    Estamos en el siglo XXI y las féminas ya trabajan: ¿porqué continuar con estos roles medievales y anticuados?
    ¡Que pague ella, que pague ella! Qué caradura.

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  3. Madre mía lo que leo aquí...
    Aarón, pichón, no te hagas el hombre que seguro que pagas siempre. Y para más inri, lo pides por favor.

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  4. Lidia, cariño, no seas rencorosa conmigo por lo que te hice. No supe que hería tus sentimientos.

    Bien sabes que las cenas conmigo no siempre las pago yo.

    Besos,

    A.

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