jueves, 2 de diciembre de 2010

aliento apestoso

Escuchas y sientes como el aliento apestoso del coloquio mezquino te calienta la nuca. Oyes como reverberan las palabras pudientes de unos cuantos que vomitan -sin contemplaciones- suposiciones con anhelo de veracidad. Y tanto es el menosprecio por aquél que se habla, que ni tan siquiera se plantea uno darle la oportunidad de opinar.

Este es el significado de la marujería: Reunión de engendros correveidiles que se deleitan con las penas de unos y se enzarzan con las mentiras de otros. ¿Para qué? Vete a saber para qué…

6 comentarios:

  1. yo también siento ese olor...

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  2. Camaleón en tu cama, leona2 de diciembre de 2010, 5:04

    Me agrada envolverme de ese olor a podredumbre. Uno se siente tan vivo junto a tanta descomposición... ¿Qué son las palabras sino una excusa para escupir bacterias a nuestros oyentes? Gripe, VIH, tuberculosis... si odias a alguien, háblale. De cerca, cara a cara. Boca a boca. Para matar a tu enemigo hay que besarle, enrrollar tu lengua en su lengua.

    Sólo critican los sanos, quienes no pueden infectar a las víctimas de su irracional odio. Los enfermos, los deformes, los monstruos comidos por dentro por diminutas partículas que no dejan de cavar hasta llegar al flujo sanguíneo, esos son a quienes debes temer: los que te pueden hacer daño, los que te robarán la salud en este mundo de vandammes y jolies de revista.

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  3. Aquellos que escupen mientras hablan, que salpican babas indecentes, que contemplan como sus virus irracionales pretenden conquistar mentes sanas... aquellos son los llamados a dignificar los pozos de la falsedad.
    Cara a cara siempre; sino, cobarde.

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  4. Habladores sin escrúpulos. Reuniones de insignificantes microbios a la espera de tergiversar echos de indiferencia hacia su persona. La morbosidad del cuchicheo, incita a la desenfrenada perturbación de los méritos, o deméritos, de aquellos que intentan, a diferencia de éstos, los cobardes.

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  5. ¡Bendito el Dios de las alturas! Cuanto pedante, cuanta palabrería barata, cuanto cascajo ventricular. Galletademantequilla, ha derivado usted hacia la figura del blogger psicótico. Me ha defraudado en lo más hondo de mi alma inmortal. ¿Volverá usted al camino de la rectitud y de los escritos con calidad literaria? Sólo los dioses lo saben. Usted también, claro. No pretendo con ello equipararle a los dioses, habitantes de un Olimpo que usted ha abandonado sin mirar atrás: ha descendido sus nevadas laderas para chapotear en el barro junto a los insufribles mortales que aquí comentan. ¡Valórese, valore sus puros sentimientos! Ha pasado de ser una referencia en el mundo del blog a ser un mercenario que se vende al sentimiento pasajero de la rabia, al precio de 4 comentarios de bajísima calidad de unos visitantes anónimos que ocultan su identidad por vergüenza ante lo absurdo de sus diatribas mongoloides.

    Atentamente, y con fe en usted,

    El Peón Blanco

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  6. Amigo Peón Blanco. Cada uno es referencia en su mundo y debe pretender serlo. El resto de los mundos no deben interesar, puesto que creo que ya tenemos suficientes problemas en los nuestros como para fijarnos en el resto...
    Igualmente he subido un nuevo post, espero que te guste.
    un fuerte abrazo,

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